Entrevista a Carolina Sartorio

MetafísicaFilosofía de la AcciónÉtica
Carolina Sartorio es profesora de filosofìa en la Universidad de Arizona. Su trabajo se ubica en la intersección entre la metafísica, la filosofía de la accion y la ética, e incluye problemas relacionados a la causalidad, la agencia, el líbre albedrío y la responsabilidad moral. En esta ocasión, conversamos con Carolina sobre algunas de sus posturas filósoficas, la filosofía en Latinoamérica y algunas cosas más.
Creciste en Argentina y antes de estudiar filosofía, estudiaste matemática. ¿Qué motivo tu cambio?
Siempre quise estudiar las dos, porque me interesaba el pensamiento analítico, abstracto. Pero al año de haber empezado la carrera de matemática sentí que me faltaba algo más de contenido. Me cambié a filosofía y ahí descubrí la combinación ideal del mismo tipo de pensamiento lógico y riguroso con la discusión de problemas para mí particularmente interesantes.

Palermo, Buenos Aires, Argentina

¿Cómo fue tu transición del pregrado en castellano al posgrado en inglés? ¿Postulaste a MIT porque había alguien en especial con quien querías trabajar ahí?
Yo sabía bastante inglés porque había estudiado durante muchos años. Pero igualmente hubo un proceso de adaptación para acomodarme a un nuevo ambiente, una nueva cultura y gente nueva. Y también a una manera muy distinta de hacer filosofía.
Dada mi formación, inicialmente pensé que querría hacer filosofía de la matemática (y trabajar con el filósofo de la lógica y de las matemáticas Van McGee), pero rápidamente me di cuenta de que me interesaban otras partes de la filosofía a las que no había tenido acceso durante mis cursos de pregrado. Mi formación en metafísica analítica (de la Universidad de Buenos Aires) había consistido únicamente en temas de filosofía de la mente y mi formación en ética era puramente histórica.
Eso cambió radicalmente cuando empecé a tomar cursos sobre estos temas en MIT. Se me abrió un mundo nuevo de problemas filosóficos. Terminé trabajando con Steve Yablo (mi director de tesis), Judy Thomson y Ned Hall.
¿Cómo se originó tu interés en problemas de causalidad, determinismo y libre albedrío? 
La metafísica de la causalidad fue uno de mis primeros intereses. Las tres personas en mi comité habían trabajado sobre ese tema y tomé cursos en MIT en donde se discutió mucho. Pero no había nadie en ese momento trabajando en el problema del libre albedrío. Eso fue más tardío para mí. Empecé interesándome en la relación entre la causalidad y la responsabilidad moral (¿Cuál es el concepto metafísico de causa que está a la base del concepto de responsabilidad moral?). Escribí mi tesis sobre ese tema. Luego, después de doctorarme, sola me fui interesando en el problema del libre albedrío, en donde tanto la causalidad como la responsabilidad son conceptos centrales.
Descríbenos tu posición sobre causalidad en 3 líneas (o un poco más)
La causalidad es un concepto metafísico, pero un concepto metafísico que sirve para fundamentar otros conceptos, como la responsabilidad moral. Captura una relación natural entre eventos o hechos en el mundo, de acuerdo con la cual ciertos eventos o hechos ocurren porque otros eventos anteriores ocurrieron. Es muy discutido, aun en la actualidad, si la causalidad es reducible a otros conceptos metafísicos más básicos (como a regularidades, leyes naturales, o relaciones contrafácticas entre eventos). Pero lo que está claro para mí es que las explicaciones causales capturan relaciones más o menos “robustas” o no puramente accidentales entre eventos. Y las causas “hacen una diferencia” con respecto a sus efectos en el sentido de que hacen una contribución que no habría existido en su ausencia. En rasgos generales, es así como entiendo la causalidad, sin comprometerme con ninguna teoría específica.
En una entrevista mencionas que la relación entre causalidad y libre albedrío ha sido poco apreciada, ¿podrías decirnos más sobre este punto?
Por un lado, es natural motivar el problema del libre albedrío apelando al concepto de causa. En particular, es natural entender el problema del determinismo y el libre albedrío como el problema que surge cuando nos damos cuenta de que nuestras acciones podrían tener explicaciones en términos de causas determinísticas remotas. Pero, por otro lado, el concepto metafísico de causa no suele cumplir un papel fundamental en las posiciones más importantes sobre el problema (en particular, en posiciones compatibilistas). 
En mi trabajo (sobre todo en el libro Causation and Free Will) sostengo que esto es un error y desarrollo una posición compatibilista según la cual podemos ser libres en un mundo determinista, siempre y cuando nuestras acciones tengan las causas (próximas) adecuadas. La causalidad cumple un papel fundamental en el desarrollo de mi posición. Sostengo que la causalidad tiene ciertas propiedades que sirven para fundamentar la responsabilidad moral de los agentes que actúan libremente. Y también que las causas de las acciones libres son particularmente ricas o complejas porque reflejan un tipo específico de sensibilidad a razones.

Sostengo que la causalidad tiene ciertas propiedades que sirven para fundamentar la responsabilidad moral de los agentes que actúan libremente. Y también que las causas de las acciones libres son particularmente ricas o complejas porque reflejan un tipo específico de sensibilidad a razones.”

Además de tu trabajo sobre libre albedrío y causalidad, ¿qué puzzle de esta área o de áreas afines en las que todavía no has trabajado te parece el más interesante?
Me interesan varios otros aspectos de la relación entre la metafísica y la ética/la filosofía de la acción. Un tema en el que he trabajado bastante y pienso seguir trabajando es la metafísica de las omisiones y responsabilidad por omisión (la ausencia de acción). Ultimamente también estuve pensando en la relación metafísica de fundamentación (“grounding”) y, en particular, en su aplicación a las teorías de la acción y de la acción libre.
¿Cómo ves la filosofía que se hace actualmente en Latinoamérica/Hispanoamérica?  ¿Cuáles crees que son sus mayores virtudes/problemas?
Está bastante más integrada al resto del mundo (y, en particular, a las partes del mundo en donde se hace filosofía analítica) que cuando comencé mi carrera. Todavía queda mucho camino por recorrer en esa dirección (ver mi respuesta a otra pregunta más abajo), pero es indudable que ha habido progreso.
¿Se te ocurre algún camino para promover y desarrollar la filosofía analítica en Latinoamérica/Hispanoamérica?
Justamente en los últimos años he participado de un grupo en filosofía analítica de la acción (“Latam Free Will”), financiado por la fundación Templeton, y liderado por Santiago Amaya (en la Universidad de Los Andes en Colombia) y Manuel Vargas (en la Universidad de California, San Diego). Con una serie de seminarios y otras actividades que promueven la investigación, reúnen a filósofos jóvenes de Latinoamérica con especialistas en esos temas para desarrollar el interés en esas áreas de la filosofía en Latinoamérica y para proveer las herramientas necesarias para que el interés rinda su fruto. Es una idea fantástica y por ahora parece haber sido muy exitosa. Pero claro, requiere mucho esfuerzo de todos los involucrados y un soporte financiero considerable…
¿Qué filósofo/a latinoamericano/a te ha influenciado profundamente?
Si bien no fueron influencias directas en mi pensamiento (dado que trabajaron en áreas distintas de la filosofía), yo diría que, de manera más indirecta, mis directores de tesis de grado y algunos de mis profesores en la Universidad de Buenos Aires: en particular, Gregorio Klimovsky, Carlos Alchourrón, Eduardo Flichman, y Alberto Moretti. Ellos fomentaron mi interés en la filosofía analítica en los primeros años de mi carrera.
¿Cómo podemos ayudar a la comunidad latinoamericana a estudiar en lugares de nivel alto como Estados unidos, Inglaterra, Alemania, etc.?
El proceso de ingreso al doctorado en el extranjero es extremadamente competitivo, más ahora que cuando empecé mi doctorado. Es esencial tener una aplicación excelente en todos los aspectos importantes. Esto incluye, en particular, el “writing sample”1 Muestra de trabajo académico, las cartas de recomendación, y los exámenes que haya que dar (GRE, TOEFL). Y como es tan competitivo es recomendable mandar la solicitud a por lo menos diez programas, incluyendo algunos de Masters también. El trabajo que uno envíe tiene que ser un artículo de muy alto nivel (casi publicable) y escrito en perfecto inglés. El tema en sí mismo no es tan importante, pero debe ser un trabajo breve, muy bien escrito, y debe hacer una contribución original. Las cartas tienen que ser de profesores con los que uno ha tenido un contacto estrecho y tienen que ser excepcionales.
¿Cuáles son algunas de las ventajas o virtudes que los latinos tenemos que nos pueden ayudar a hacer filosofía de alto nivel? ¿Cuáles son nuestras dificultades?
Solemos tener una formación amplia, mucho más amplia que los estudiantes de Estados Unidos, y más experiencia (la mayoría de los estudiantes de grado de Estados Unidos hacen sólo 4 años de estudios, y no escriben una tesis de licenciatura). Pero, por otro lado, suele ser una formación menos uniformemente analítica. 
Cuando yo era estudiante en Argentina, teníamos muy poco acceso a libros y artículos especializados. Por suerte eso ya no es un problema. Yo diría que ahora la dificultad mayor es la falta de acceso al “medio” de los filósofos analíticos y todo lo que ello conlleva, como la falta de contactos y de la experiencia necesaria para lograr publicar en las mejores revistas.
 
¿Qué aproximaciones o tesis filosóficas que antes eran más populares (desde tu época de pregrado) crees que ya son inviables?
Por suerte no soy tan vieja todavía… De hecho, me parece que las mismas grandes posiciones todavía sobreviven, pero con algunos cambios. Por ejemplo, creo que ahora hay menos intentos de dar reducciones o análisis de conceptos (como del conocimiento o de la causalidad). Han surgido teorías que son menos ambiciosas en ese sentido, pero que de otra manera tratan de ser igualmente fructíferas.

Peter Van Inwagen

¿Cuál es tu “archienemigo filosófico”, es decir el mejor filósofo con el que tienes un gran desacuerdo?
Supongo que Peter van Inwagen. Es un filósofo analítico muy riguroso, pero que sostiene posiciones radicalmente opuestas a las mías. Por ejemplo, cree que el libre albedrío consiste en la capacidad de elegir entre opciones (un presupuesto fundamental que rechazo) y también cree que no podemos actuar libremente si el mundo es determinista (una tesis que obviamente también rechazo, por ser compatibilista).
¿Qué tesis crees pero todavía no sabes cómo defender?
No sé cómo defender casi todas las tesis filosóficas fundamentales en las que creo. Por ejemplo, el realismo, el fisicalismo, el compatibilismo, etc. Confío en que son las tesis “default” y entonces no hay tanta presión para defenderlas. En su lugar, podemos concentrarnos en desarrollar las versiones más plausibles de esas tesis y en responder a ataques específicos de otros. Eso es lo que hago en el caso del compatibilismo.
Si tuvieses que elegir un paper que te pone de muy buen humor / te hace amar la filosofía, ¿cuál sería? 
¿Pueden ser tres? Harry Frankfurt, “Alternate Possibilities and Moral Responsibility”; David Lewis, “The Paradoxes of Time Travel”; Judy Thomson, “A Defense of Abortion”.
En tu entrevista con 3:16, mencionaste 5 de tus papers favoritos, entre ellos “Causation” de Lewis y “Actions, Reasons, and Causes” de Davidson, nos puedes decir cómo estos dos papers influyeron en tu pensamiento y tesis filósoficas. ¿Qué rescatas más de sus posiciones y en qué estas en desacuerdo por completo?
El trabajo de Lewis fue el que originalmente me impulsó a pensar en el problema de la causalidad y en cómo se relaciona la causalidad con otros conceptos, como los condicionales contrafácticos. Lewis desarrolla una teoría contrafáctica de la causalidad, que tiene varios problemas, pero fue una manera novedosa e increíblemente influyente de pensar en la causalidad.
El artículo de Davidson defiende, por primera vez de manera sistemática, lo que ahora se concibe como la concepción estándar de la naturaleza de la acción (la posición causalista). En este caso estoy totalmente de acuerdo en lo fundamental, aunque los detalles son más discutibles. Nuevamente, el artículo de Davidson fue muy influyente en el sentido de que sentó un estándar para la discusión futura de la naturaleza de la acción y le asignó un papel central (¡y bien merecido!) a la causalidad.
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